Aplicaciones Clínicas

    La Terapia EMDR permite abordar situaciones traumáticas preverbales o aquellas en que por las circunstancias altamente impactantes, se produce una desconexión de lo verbal y, por lo tanto, las terapias convencionales no pueden acceder.

    Un evento traumático es cualquier experiencia negativa que abruma nuestro natural sistema de elaboración de las experiencias. Puede ser un trauma con “T” (robo, asalto, violación, trauma complejo) o un trauma con “t”, los traumas del proceso de vivir (rechazo, humillaciones, etc.).

    EMDR se aplica tanto en el tratamiento del Trastorno por Estrés Postraumático (T mayúscula) como en todos aquellos trastornos que tengan como origen memorias traumáticas (t minúscula).

    Ha sido aplicado exitosamente –entre otros- en el tratamiento del dolor crónico, trastornos de ansiedad, fobias, pérdidas y duelos, disfunciones sexuales y secuelas de violencia sexual, trastornos disociativos y optimización del rendimiento.

    Por su alto impacto, debe ser practicado por terapeutas con una sólida formación en psicoterapia que además hayan recibido formación específica en EMDR, de acuerdo a los criterios establecidos por la Asociación Internacional EMDR (EMDRIA).

    EMDR ha sido designado entre otras Instituciones por:

    La American Psychiatric Association como un tratamiento eficaz para pacientes con trastornos por Estrés Agudo y trastorno por Estrés Postraumático.

    El Registro Nacional de Programas y Prácticas basadas en la Evidencia (2011) de SAMHSA The Substance Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA) is an agency of the U.S. Department of Health and Human Services (HHS).

    Incluye a EMDR como una práctica basada en la evidencia para el tratamiento del TEPT, ansiedad y síntomas de depresión. También muestra que EMDR lleva a una mejoría de la salud mental.

    La OMS. Organización Mundial de la Salud (2013) como una intervención recomendada para los problemas y  trastornos específicamente relacionados con el estrés.